La señora del banco

 La verás si paseas por Cartagena, sentada en un banco de la calle del Carmen donde, seguramente, ha decidido descansar un rato del agradable recorrido por el centro de la ciudad. Siempre elige el mismo, se acomoda y saca un libro para disfrutar de la lectura espiada por las decenas de balcones modernistas que se abren sobre su cabeza. Sus paisanos, que la conocen bien, la observan con cariño al pasar. Los visitantes, quizá no tan versados en sus andanzas, con curiosidad. Se trata de Carmen Conde, patrimonio cultural de Cartagena, cuya historia pasa de generación a generación.


 Todavía me acuerdo de cuando, siendo yo un zagal, mi padre me contó quien era esa señora. Por entonces aún no se la podía ver leyendo en su banco de la calle del Carmen, pero tampoco hacía falta para que se la recordara: “es una escritora muy importante, que fue la primera mujer en entrar en la RAE y, además, hizo mucho por la educación de los pobres en Cartagena”.

Lo de que fue la primera mujer en entrar en la RAE, en sentido estricto, no es del todo cierto, ya que, en 1784, María Isidra de Guzmán fue elegida como Académica Honoraria a sugerencia de Carlos III. No obstante, sí es cierto que Carmen Conde fue la primera académica de número, es decir, plenamente integrada en los órganos de la institución y no como mero cargo honorífico. Fue elegida en 1978 y tomo posesión en 1979, ocupando el sillón “K” que había dejado vacante Miguel Mihura, “Sólo” hubo que esperar 266 años para que una mujer pisara tan digna academia. Méritos había hecho de sobra para tal distinción. Al ser elegida manifestó a la prensa: "El machismo evidente en la lengua castellana es triste consecuencia de la historia que arrastramos las mujeres españolas. Pero los tiempos han cambiado y la misma Academia se ha dado cuenta; ya no son los días en que Concepción Arenal decía que la mujer sólo podía ser estanquera, reina o puta".

Su carrera literaria, iniciada en 1929 con el poemario Brocal, circuló fundamentalmente por el campo de la poesía, con obras notables como Júbilos (con prólogo de Gabriela Mistral) Pasión del verbo o Mujer sin Edén, pero también realizó incursiones en la novela, el teatro, la literatura infantil o el ensayo, todo ello sin olvidar sus artículos de prensa. Antes de entrar en la RAE ya había sido galardonada con el Premio Nacional Simón Bolívar de Siena (1954), el Premio Doncel de Teatro Juvenil (junto a su marido Antonio Oliver Belmás) (1961), el Premio Nacional de Poesía (1967) y había trabajado en la sección bibliográfica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y en la sección de publicaciones de la Universidad de Madrid. Todo este abanico de distinciones continuó ampliándose formando ya parte de la Academia, con el Premio Ateneo de Sevilla (1980) o el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil (1987) por citar algunos, que tampoco quiero aburríos demasiado.

A su fallecimiento, en 1996, el académico Víctor García de la Concha escribió de ella que era “la figura típica de la generación del 36, que es una generación escindida. En sus primeras obras tenía una sensibilidad mediterránea debida a sus contactos con Miguel Hernández y la influencia de Miró. Fue una persona con conciencia de mujer herida. La guerra la parte, como partió a tantos. Acompañó a su marido al frente republicano y se refugió en El Escorial a escribir. En ella veo a la mujer que ha sufrido y ve los problemas que han padecido sus compañeras. No deja de ser sintomático que fuera ella la primera en ingresar en la Academia". Y esta me parece que es la mejor definición que se ha hecho nunca de su obra y esencia.

En cuanto a que hizo mucho por la educación en Cartagena, eso es indiscutiblemente cierto. Al margen de su labor como profesora rural, en 1932 crea la Universidad Popular de Cartagena junto a Antonio Oliver Belmás. Esta institución comenzó a funcionar en diciembre de 1931 y se mantuvo activa hasta el 16 de julio de 1936, sólo un día antes del comienzo del golpe de estado que originó la Guerra Civil. El propósito de Carmen Conde y Antonio Oliver era el de divulgar la cultura entre la clase trabajadora y los estamentos más desfavorecidos de la sociedad, siguiendo un modelo muy difundido en Francia y Alemania y que en España ya contaba con precedentes en Madrid, Sevilla, Valencia (promovida por Vicente Blasco Ibáñez) o Segovia (esta última creada gracias a, entre otros, Antonio Machado) por poner algunos ejemplos. En el diario República del día 15 de octubre de 1932 podemos leer un resumen de las actividades desarrolladas por la Universidad Popular en su primer año de existencia:

En cuatro puntos esenciales, para sintetizar, ha consistido principalmente la obra realizada desde diciembre de 1931 a octubre de 1932.

1. Cursillos y conferencias de divulgación cultural en el domicilio de la Universidad Popular (sita hasta hoy en la Escuela de Comercio de Cartagena). Dichos cursillos y conferencias fueron los siguientes: Diez lecciones del Director de la Escuela del Trabajo de esta ciudad, don Antonio Puig Campillo, sobre Historia del Trabajo y de los Trabajadores", Tres lecciones del Arquitecto don Lorenzo Ros sobre "Arquitectura". Siete lecciones del Dr, en Medicina don Casimiro Bonmatí que versaron sobre "Medicina sexual". Guía izquierdista del Quijote, a cargo del escritor don Antonio Oliver Belmás el día del aniversario de don Miguel de Cervantes. En esta se sortearon entre los alumnos 20 ejemplares del Quijote. Conferencias de don Ramón Sijé y don José Rodríguez Cánovas, acerca de, la obra literaria de Gabriel Miró, con motivo del homenaje rendido a la memoria del gran levantino, en Oleza (Orihuela).

2. Conferencias de extensión universitaria fuera de la Universidad, que resultaba insuficiente para dichos actos y que por orden de fechas, son: "Libertad de conciencia, por don Fernando Varela los días 12 y 13 de Diciembre de 1931, primer acto organizado por la Universidad "Grandeza y decadencia de la pena de muerte en España", por el penalista don Mariano [ilegible] (8 y 9 de enero de 1932). "Dos ministros del reinado de Carlos III", por el catedrático de la Universidad de Murcia, don Cayetano Alcázar (4 y 5 de febrero), "Las musas en el Romanticismo español", (7 de marzo), por la escritora doña Margarita Nelken, "El sentido conservador en la República", por don Ricardo Fornells (5 de julio).

3. Excursiones: .Al campamento universitario de Sierra Espuña (el I y 17 de agosto, escuchando disertaciones de don Ángel Ossorio y don Mariano Ruiz Funes), A Orihuela, con motivo de la inauguración del monumento a Gabriel Miró, visitando todas las notabilidades artísticas de la ciudad.

4. Biblioteca circulante, Todas las semanas se reparten libros de la biblioteca donada por las Misiones Pedagógicas y aumentada levemente por donaciones particulares. 

Una vez hecho un resumen somero de nuestra labor cultural, solamente queremos subrayar que en el curso 1931—32 la matrícula alcanzó el número 130, y que todos los matriculados eran estudiantes y obreros.

Valga esto como ejemplo de la notable labor que realizaban, con Carmen Conde y Antonio Oliver a la cabeza, para acercar la educación y la cultura a un pueblo que, de otra manera, lo habría tenido bastante difícil. Por desgracia, con la Guerra Civil y la posterior dictadura, todo esto acabó y no es hasta 1981, con la constitución de los nuevos ayuntamientos democráticos, cuando se refunda la Universidad Popular.

Ahora, cuando visites Cartagena y veas a una señora leyendo en un banco de la calle del Carmen, ya sabes quién es y comprenderás por qué sus paisanos le han rendido tal homenaje. Y si ves alguna obra suya en la librería (cosa, por desgracias, cada vez más difícil), cómprala. Será siempre una lectura constructiva e interesante, y constituirá el mayor acto de reconocimiento que podrás hacer a su noble memoria.


 Fotografías: Gretchen Avilés, 2022

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