La Torre de Babel (Brueghel el Viejo)

 

 Representa la leyenda de la construcción de la Torre de Babel según aparece en el Antiguo Testamento: "En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar, y allí se asentaron. Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego». Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla. Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra». Pero el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es solo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr. Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos». De esta manera el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la ciudad. Por eso a la ciudad se le llamó Babel, porque fue allí donde el Señor confundió el idioma de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo".

Brueghel pintó varios cuadros sobre este tema tras su estancia en Roma (entre 1552 y 1553), y al ver esta obra resulta evidente que la estructura arquitectónica de la torre se asemeja a la del Coliseo romano, que el pintor tuvo ocasión de visitar.

El centro del cuadro está dominado por la torre a medio construir, rodeada de un amplio paisaje panorámico. En la parte superior de la torre encontramos una nube que simboliza la pretensión de sus constructores de llegar al Cielo con ella. En la parte inferior izquierda aparece Nimrod, nieto de Noé y quien ordenó la construcción de la Torre. Le vemos vestido con capa, cetro y un tocado típico del siglo XVI. Asiste a un encuentro con los esclavos que trabajan en la obra, que le rinden cuentas sobre el estado de construcción del edificio.

El pintor hace con esta representación una alegoría al orgullo humano, advirtiendo de sus peligros y del fracaso al que estaba condenada la racionalidad frente a lo divino. Brueghel nos presenta la Torre de Babel como el monumento a la vanidad del hombre pero, al mismo tiempo, representa la capacidad humana como algo casi ilimitado. Es por eso que en el interior de la construcción podemos ver cómo se desarrollan todo tipo de actividades humanas que contribuyen a la elevación de la gigantesca torre.

Otros autores, por el contrario, creen que Brueghel pretendía hacer alusión al desmembramiento de la unidad cristiana tras la reforma luterana de 1517, así como la condición de Amberes como ciudad cosmopolita y multirracial.

El colorido de la obra y su estética recuerdan al Bosco, autor que influyó notablemente en la obra de Brueghel, como podemos ver en otros de sus cuadros como El triunfo de la Muerte o Cazadores en la nieve.

El triunfo de la Muerte
Cazadores en la nieve

 

Ficha

Óleo sobre tabla 
1563
Pintura flamenca
Kunsthistorisches Museum (Viena, Austria)

 

 

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