El año sin verano (Carlos del Amor)

Servidor tuvo la suerte de ver en sus comienzos a Carlos del Amor en el centro territorial de Televisión Española en la Región de Murcia  y ya entonces pensaba que ese chaval iba a llegar lejos. Ya no es tan chaval y, efectivamente, la profecía se ha cumplido. En el canal público, además de realizar piezas de gran calidad artística y periodística para la sección cultural de los informativos, tiene un programa propio de entrevistas que destaca por su elegancia y el ambiente de intimidad que establece con los invitados. La matemática del espejo se llama y, si no lo conoces, ya estás tardando. Pero, aparte de su labor periodística, también se ha lanzado a la literatura y ya ha publicado un libro de relatos (La vida a veces), dos novelas (El año sin verano y Confabulación) y dos libros sobre arte (Emocionarte y Retratarte).

En El año sin verano, un periodista que está preparando su primera novela debe quedarse en Madrid en pleno ídem. Vive en el centro, en un antiguo edificio del que sus habitantes han huido del tórrido agosto madrileño en busca de playa y descanso, y nuestro protagonista se apresta a un aburrido mes de escritura y reuniones para dar los últimos retoques al libro que le ocupa. Sin embargo, todo se descontrola cuando encuentra en un descansillo un manojo con las llaves de todos los apartamentos del edificio. Con tiempo libre y el bloque entero para él, su curiosidad se desboca y se lanza a explorar las viviendas de sus vecinos, lo que le llevará a descubrir una sorprendente historia de amor y una extraña muerte.

El hecho de estar escrito en primera persona y las similitudes que guarda el protagonista con el propio autor le aporta un punto de credibilidad necesario para poder entrar en la historia sin que ésta chirríe. Por otro lado, todos hemos fantaseado alguna vez con poder husmear libremente en casas ajenas (todos lo hemos hecho, ¿no? ¡Decidme que no soy el único!), lo que refuerza aún más el vínculo que establecemos con él. Con un estilo ágil pero no exento de lirismo, Del Amor nos lleva de la mano de su álter ego a sus reuniones de trabajo, a sus pensamientos y, lo que es más interesante, a sus incursiones en el territorio más íntimo de sus convecinos. 

No es una novela excesivamente larga (unas 250 páginas), y se hace aún más corta por lo amena que resulta. Llega un punto en el que nos estorba todo lo que no sean las entradas del protagonista en los apartamentos, no porque sobre en la trama ni porque aburra, sino porque las historias que descubre en ellos nos atrapan tanto que sólo queremos saber más sobre ellas. En resumen, una novela entretenida, muy bien escrita, que atrapa y que supone para su autor entrar con el pie derecho en el mundo de la narrativa.

Título: El año sin verano
Autor: Carlos del Amor
Año: 2015
Editorial: Espasa
Páginas: 256

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