El artista Ángel Mateo Charris (Cartagena, 1962) se formó en la Facultad de Bellas Artes de San Carlos, en Valencia. Sus creaciones pronto alcanzaron notoriedad, hasta el punto de que ya en 1986 realiza su primera exposición individual en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de su ciudad natal. Influido inicialmente por la tradición del cómic, el surrealismo y la estética pop, su obra fue enriqueciéndose con fuentes como Hopper y la pintura norteamericana del siglo XIX (fruto de sus distintas estancias en Nueva York), De Chirico, Klee, Miró o Sorolla, configurando un estilo en el que la metafísica se combina con el exotismo y el compromiso social. El resultado es una colección de imágenes sugerentes que nos trasladan a escenarios ricos en su estética, variedad y significados.
Sería muy extenso glosar aquí la gran cantidad de exposiciones individuales y colectivas en las que ha figurado, los premios obtenidos y los lugares que albergan obras suyas, y tampoco es objeto de esta entrada. Nuestra intención es hablar de Tubabus en Tongorongo, el catálogo de la exposición que colgó en 2001 en Cartagena.
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| Global (2001, óleo sobre lienzo) |
Para entonces Charris ya gozaba de un gran prestigio en el mundo artístico. No en vano fue considerado por el Instituto Valenciano de Arte Moderno como uno de los pintores revelación de la década de los noventa y sus obras se habían expuesto ya en las principales galerías de Valencia, Madrid, Barcelona o Bilbao. Ese 2001 fue comisionado por el festival La Mar de Músicas para realizar un viaje a Mali. El evento que se celebra todos los veranos a orillas del Mediterráneo está consagrado cada año a un país distinto y para la edición de 2001, dedicada a Mali, comisionó a Charris para realizar un viaje por aquel país africano, que dio como resultado este libro y la correspondiente exposición. La experiencia le sirve para afianzar su construcción poética, que ha sido catalogada por los críticos como un "universo inquietante que mezcla el estilo de Miró, Dali, Chagall o De Chirico".
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| Barro (2001, óleo sobre lienzo) |
No es un catálogo al uso. En él no encontraremos erudita disertaciones sobre la vida y la obra del artista. Y es que Charris, además de la faceta plástica, se caracteriza por la importancia que concede al componente literario, que vuelca en la creación de sus catálogos. En Tubabus en Tongorongo incluye dos textos originales: uno sobre un viajero en Mali y otro en el que, a través de la historia de una ficticia familia de pintores comenta de una forma divertida y a la vez crítica la historia del arte. A continuación viene el catálogo propiamente dicho y, como cierre, una colección de poemas ilustrados con dibujos a la tinta.
"Nadie lee los textos de los catálogos", dice Charris en uno de esos poemas. Y puedo decir que, al menos en este caso, se equivoca. Servidor sí suele leerlos y puede decir que Tubabus en Tongorongo es uno de los catálogos más originales a los que le ha echado ojo. No sólo nos ofrece un muestrario de la pintura del protagonista sino que nos regala una serie de textos de una calidad literaria nada desdeñable y ambas cosas, imágenes y palabras, combinan a la perfección.
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| I.M.F-W.B. (2001, óleo sobre lienzo) |
Todas las imágenes están extraídas de la web oficial de Ángel Mateo Charris (charris.es) con su permiso. Agradezco personalmente su amabilidad con Arácnidos y visigodos e invito a todos a que la visitéis.
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