Voces de Chernóbil (Svetlana Alexiévich)

 

"¿Hay algo más pavoroso que el hombre?"

La bielorrusa Svetlana Alexiévich (1948) obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 2015 por, en palabras de la Academia Sueca, "sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo".  Y, ciertamente, su obra se caracteriza por ofrecer un relato lúcido de acontecimientos trascendentales del siglo XX, partiendo de los datos objetivos pero sin quedarse en ellos, sino diseccionando las consecuencias directas y colaterales que éstos generan en la sociedad. También destaca por ser la voz de los sin voz, por prestar atención en sus libros a quienes normalmente son ignorados. Crea así obras en los que los datos fríos son la excusa para que el pueblo denuncie injusticias o comparta reflexiones que, de otra manera, pasarían desapercibidas. Los muchachos del zinc (sobre la intervención de la URSS en Afganistán en los años ochenta), La guerra no tiene rostro de mujer (sobre las mujeres que combatieron en el Ejército Rojo en la II Guerra Mundial) o, el que nos ocupa, Voces de Chernóbil son sólo tres ejemplos en una trayectoria sólida y trascendental como testimonio de su época.

El 26 de abril de 1986 una explosión en el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil, en territorio de la actual Ucrania, provocó el mayor accidente nuclear en la historia de la Humanidad y, al mismo tiempo que la nube radiactiva se expandía por toda Europa, el miedo por sus catastróficas consecuencias recorrió cada rincón del planeta. En un primer momento las autoridades soviéticas intentaron ocultarlo, y no emitieron ninguna información al respecto hasta dos días después. Aún más tuvo que esperar la evacuación de la población, que no comenzó hasta el 2 de mayo. Svetlana Alexiévich ofrece las páginas de este libro a los protagonistas de la catástrofe, desde la mujer de uno de los bomberos que acudieron en un primer momento pensando que se enfrentaban a un incendio rutinario hasta los padres de uno de los liquidadores que envió el gobierno de Moscú para limpiar la zona o los campesinos que vieron cómo se venía abajo su modo de vida por culpa de algo que desconocían.

No me gusta poner la mención de "imprescindible" a ningún libro por pedante y por manida, pero con Voces de Chernóbil es obligatorio que haga una excepción y la etiquete como tal. Es un libro que hay que leer para entender lo que sucedió y como antídoto para el futuro. De hecho, su subtítulo, Crónica del futuro, indica que es hacia él adonde Alexiévich quiere que miremos. Que conocer la historia sirva para no repetirla y para comprender que el mayor activo de este planeta está en su gente.

Título: Voces de Cernóbil
Autora: Svetlana Alexiévich
Paginas: 406
Año: 2006
Editorial: Debolsillo
Traductor: Ricardo San Vicente

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