Fernando Fernán Gómez es en esta película un
prestigioso catedrático de filosofía alemán que viene a España para dar
unas conferencias sobre moralidad. Al bajar del avión le sorprende gratamente el gran recibimiento que se le tributa, que le hace pensar que ha llegado a un gran país en el que los eruditos son idolatrados. Sin embargo (y por desgracia) todo se debe a una confusión, ya que en ese mismo vuelo debía llegar Paulovsky, afamado futbolista ruso que iba a fichar por un equipo
español pero que no toma el avión en el último momento. Para evitar un escándalo, los directivos del equipo piden a nuestro protagonista que finja ser Paulosky hasta que aparezca el auténtico. Así el
catedrático, desconocedor total del fútbol, se verá envuelto en una serie
de enredos de los que le será muy difícil salir.
Comedia interesante que contiene un trasfondo crítico nada despreciable
acerca de la desmedida importancia que iba adquiriendo el fútbol y la
popularidad alcanzada por los jugadores. De la amplia producción
cinematográfica hispana dedicada al balón en los años 50 (época del
máximo esplendor del pan y circo franquista) esta es, para mi gusto, una de las mejores cintas, como también es la mejor de la carrera cinematográfica de su director, José María Elorrieta. Primo de Edgar Neville, quizá lo más destacable de su filmografía, aparte de esta película, sean los documentales que realizó, en sus primeros años, dedicados a pintores como El Greco o Tiziano.
Ficha
Director: José María Elorrieta
Nacionalidad: España
Intérpretes: Fernando Fernán Gómez, María Piazzai, Antonio Riquelme, Juan Calvo, Lina Canalejas y Raúl Cancio.
Año: 1956
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