Vacaciones en Roma (William Wyler)


 Ana (Audrey Hepburn) es la joven princesa de un país europeo indeterminado que, cansada del corsé del protocolo y de los convencionalismos inherentes a su posición, se fuga durante un viaje oficial a Roma. Para evitar cualquier escándalo, el embajador comunica que se encuentra enferma y no podrá cumplir con su agenda social, pero secretamente pone a trabajar a sus agentes para que la localicen.

Joe (Gregory Peck) es un periodista estadounidense que trabaja en Roma. Su empleo pende de un hilo y es amenazado con el despido a no ser que consiga una buena primicia.

Los caminos de ambos se cruzan en las calles de la ciudad eterna, que se convertirá en el majestuoso escenario de una película que iba a dirigir inicialmente Frank Capra (que ya había rodado antes Sucedió una noche, con un argumento similar), pero que declinó el proyecto al enterarse que el guion había salido de la pluma del gran Dalton Trumbo. Así, fue William Wyler al final quien se hizo cargo del mismo y nos regaló una agradable comedia romántica que ya es historia del cine, con escenas inolvidables como el paseo de ambos protagonistas en Vespa por los lugares más emblemáticos de la ciudad o la conversación que mantienen junto a la Bocca della Verità.

Fue el primer papel importante para Audrey Hepburn y con él consiguió el Oscar a la mejor actriz. Gregory Peck, que ya era un actor consagrado con grandes títulos a su espalda como Duelo al sol, El hidalgo de los mares o El mundo en sus manos, no estaba muy conforme con que su nombre se ligara para la ocasión al de una principiante, pero acabó afirmando que "fue como ver abrirse una flor. [Audrey Hepburn] ha nacido para princesa".

Hemos dicho que el guionista fue Dalton Trumbo, y ahora añadimos que ganó el Oscar por él. Sin embargo su nombre desapareció de los títulos de crédito de la cinta ya que estaba incluido en la tristemente famosa lista negra del Comité de Actividades Antiamericanas, por lo que no pudo recoger el galardón. Más de treinta años después, en 1993, la Academia enmendó esa injusticia entregándole el Oscar a su viuda, y en 2003 se restituyó su nombre a los créditos.

Otras películas de William Wyler

- Cumbres borrascosas (1939)
- Los mejores años de nuestra vida (1946)
- Horizontes de grandeza (1958)
- Ben-Hur (1959)

 

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