La chispa de Pessoa

Aunque en la actualidad es considerado una de las más rutilantes estrellas de la literatura portuguesa, Fernando Pessoa (1888-1935) no tuvo en su tiempo el reconocimiento que se merecía. De hecho, sólo llegó a publicar dos poemarios en vida: Antinous, que se editó en inglés en 1918, y Mensaje, el único publicada en Portugal, apenas un año antes de su prematuro fallecimiento.

Retrato de Fernando Pessoa (José de Almada Negreiros)

Pese a la austeridad de la que siempre hizo gala el hombre, de algo necesitaba vivir, por lo que tuvo que buscarse actividades más alimenticias. Una de ellas fue la publicidad y, desde los años 20, trabajó con gran éxito como creativo en la única agencia que existía por entonces en Lisboa. Lógicamente, cuando Coca Cola se planteó entrar en el mercado portugués recurrió a ella, y fue Pessoa el que asumió el encargo, aunque no alcanzó el resultado esperado.

Primeiro estranha-se, despois entranha-se. Este fue el lema que pergeñó el poeta, que podemos traducir como "primero te parece extraño, luego lo sientes" y que, en teoría, sintetizaba a la perfección la experiencia que se tiene al tomar el burbujeante mejunje. Pero el director de salud pública del régimen de Salazar le pareció que evocaba los efectos de una droga peligrosa y denegó el permiso para la comercialización de la marca en Portugal. Sin duda, en la decisión también tuvo mucho que ver el temor a que compitiera con el principal producto del país, el vino, pero el bueno de Pessoa también puso su involuntario granito de arena a que la entrada de Coca Cola en el país vecino no se produjera hasta muchos años después.

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