La salud de los enfermos (Julio Cortázar)


Toda la familia se conjuran para ocultar a una anciana y enferma señora el fallecimiento de Alejandro, su hijo, en un accidente. Para ello "envían" al finado a trabajar a Brasil, y desde ahí escribe cartas a su madre en las que le cuenta lo bien que le va todo y la imposibilidad para visitarla mientras se alargue su trabajo. Hasta la novia del fallecido entra en la trama y visita a la mujer puntualmente para charlar con ella de sus planes de futuro con Alejandro. La situación se complicará aún más cuando la tía Clelia también cae enferma y ya son dos las malas noticias que hay que guardar en el cajón. 

Si hablamos de sus cuentos, Julio Cortázar (1914-1984) me gusta más cuando menos fantasioso, críptico o eruditamente impostados es. O sea, cuando es más Cortázar y menos Borges. Y La salud de los enfermos es, de entre todos los que me gustan, mi favorito. Se trata de una historia que apareció publicada por primera vez en 1966 dentro del libro Todos los fuegos el fuego, y en ella la ternura, la compasión y el amor son los protagonistas. Unos protagonistas que, además lo son de ida y vuelta: están presentes en el motor que empuja a la familia a comportarse así con la enferma y también en cómo ésta valora esos esfuerzos. El final guarda (como no puede ser menos en un buen cuento) un giro que encierra el significado último de la narración, supone un cierre brillante para un relato perfecto y que, por supuesto, no voy a desvelar.

Comentarios

  1. Este relato en concreto no lo conozco. Cortázar y Borges son dos autores que hay que leerlos sí o sí.
    SAludos.

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    1. Los hispanohablantes debemos sentirnos orgullosos de poder disfrutar de estos dos grandes de las letras. Te animo a que leas este relato, que es mi favorito de Cortázar. ¡Muchas gracias por leer y comentar, Manuela!

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