El misterioso caso de Styles (Agatha Christie)

 

La millonaria Emily Inglethorp es encontrada muerta en su cama de la mansión Styles. En apariencia se trata de una muerte natural, pero el médico levanta la sospecha del asesinato por envenenamiento. Todos los residentes en la mansión se convierten en sospechosos y el detective Hércules Poirot se hace cargo de la investigación, encontrándose con una intrincada trama de celos, ambición y tensiones familiares. ¿Quién será el asesino?

Agatha Christie (1890-1976) era la pequeña de tres hermanos, con los que se llevaba diez años. Sin hermanos de su edad, fue una niña muy solitaria, y de ahí pudo salir su creatividad, de su necesidad de crearse mundos imaginarios para entretenerse. Lo de escribir comenzó, a los 14 ó 15 años, cuando su hermana mayor la retó a que escribiera un cuento que le enganchara. Hasta entonces la joven Agatha nunca había mostrado interés por la escritura, y fruto de ese reto nacería unos años después El misterioso caso de Styles, que marcó el inicio de una brillante y productiva carrera literaria, tanto que es hoy en día la autora que más libros ha vendido en todo el mundo.

La escribió en 1916, en plena I Guerra Mundial y, aunque ahora nos parezca increíble, nadie en el Reino Unido mostró interés por publicarla, hasta el punto de que al final acabó saliendo a la luz en 1920 gracias a un pequeña editorial estadounidense.

Además de ser la primera novela de la reina del suspense, El misterioso caso de Styles supone también el nacimiento de un personaje que se convertiría de inmediato en un mito de la literatura: el excéntrico  detective belga Hércules Poirot.

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