El cura de una apartada localidad (interpretado por el actor español Ángel Garasa) está ya muy mayor, por lo que el obispado decide mandarle un coadjutor con la idea de que acabe revelándole en su puesto. Éste joven no es otro que el padre Sebastián, interpretado por Cantinflas.
Su llegada al pueblo no es bien vista ni por el veterano cura, que se resiste a ser desplazado, ni por sus parroquianos ni por las fuerzas vivas del pueblo, que ven en su carácter respondón, su resistencia a dejarse avasallar por nadie y su intolerancia a las injusticias una amenaza. El cacique local prefiere un pueblo analfabeto y aborregado para poder explotarlo más fácilmente, pero el padre Sebastián llega proclamando que "ya se acabó la época en que los hacendados tengan esclavos", y se pondrá manos a la obra pese a quien pese.
Se cuenta que, pese a interpretar a un cura tan poco ortodoxo (valga el juego de palabras), en el Vaticano gustó tanto la película que pidieron una copia y el propio Mario Moreno ordeno que les enviaran el original.
Como sucede en buena parte de la filmografía de Cantinflas, tras el maquillaje cómico se esconde un estimable trasfondo de crítica social, algo que quizá en España desconocemos porque nos quedamos con el histrionismo del personaje. Pero pensemos por un momento que, mientras que aquí gozábamos de una maravillosa censura impuesta por el régimen caudillesco, en México se permitían hacer películas que denunciaban la injusticia social e invitaban al pueblo a despertar. Por eso os invito a que deis una nueva oportunidad a las cintas de Cantinflas. Debemos rebuscar un poco, pues es normal que en una carrera tan extensa haya también algo de morralla, pero El padrecito se encuentra, sin duda, entre sus obras capitales.
El padrecito
Dirección: Miguel M. Delgado
Nacionalidad: México
Año: 1964
Intérpretes: Mario Moreno "Cantinflas", Ángel Garasa, Rosa María Vázquez, José Elías Moreno.
Comentarios
Publicar un comentario