Construida en 1470, era en un principio era una iglesia gótica. Su fachada, realizada por Alberti (1406-1472) se compone de incrustaciones marmóreas bicolores, y es un claro ejemplo de la preocupación por la armonía de proporciones del arquitecto. Inaugura en concepto de fachada consistente en dos cuerpos de distinto tamaño unidos por volutas y coronados por un frontón.
Toda la fachada se puede descomponer en proporciones constantes, asumiendo como concepto compositivo el cuadrado. Los contrafuertes rematados en volutas cumplen una triple función: desde el punto de vista estructural contrarrestan los posibles empujes laterales. También tienen una función ornamental y, junto a ella, un carácter funcional ya que permite transitar de un cuerpo inferior más desarrollado a otro superior menos desarrollado.
León Bautista Alberti es considerado el segundo mejor arquitecto del Quattrocento italiano, por detrás de Brunelleschi.
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