Las meninas (Diego de Velázquez)

Señoras y señores, estamos ante la obra más importante de Velázquez y la de mayor trascendencia de la pintura española. Más allá de su análisis estético, existe un trasfondo ideológico que invita a ver la obra desde un punto de vista diferente. Se trata del cuadro más complejo y de mayor tamaño de las realizadas por el sevillano. En él podemos ver a los personajes en un entorno real y retratados con gran naturalidad. Pintado en 1656, representa el cuarto del príncipe Baltasar Carlos en el desaparecido Alcázar de Madrid y muestra a servidores palaciegos en torno a la infanta Margarita, formando así un retrato colectivo.

Mucha gente se asombra de la presencia de Velázquez en este cuadro como un miembro más de la familia, que es lo que se pinta en Las Meninas: la familia del rey Felipe IV. Se retrató con el pincel y la paleta en las manos, y al mismo nivel que los reyes Felipe IV y Mariana de Austria, que aparecen reflejados en un espejo, dando muestra de que no renegaba de su trabajo artístico. En el pecho, la cruz de Santiago (añadida por el artista posteriormente), que le hace pertenecer a la nobleza. Reivindica así desde dentro la nobleza de la pintura, un arte elevado realizado con la inteligencia y el pensamiento además de con las manos. Sería, en fin, su declaración de principios sobre el arte de pintar.

Todos los personajes están retratados con una enorme naturalidad, sin que ninguno aparente posar. Sus posiciones están perfectamente equilibradas y distribuidas en el conjunto de la obra. Su construcción espacial queda remarcada por medio de la perspectiva y la luz que modela el espacio. Muchos  estudiosos afirman que Velázquez era capaz de pintar el aire. De hecho, en una ocasión le preguntaron a Salvador Dalí qué única obra salvaría del Museo del Prado en caso de que se desatara un incendio. Según cuenta el propio pintor, como soy un poco teatral, hice que reflexionaba un poco (yo lo tenía ya pensado) y dije: "Pues Dalí se llevaría nada menos que el aire, y específicamente el aire contenido en Las Meninas de Velázquez, que es el aire de mejor calidad que existe".

El cuadro es también una reflexión política. Los derechos sucesorios de los Austrias españoles recaen sobre la infanta Margarita, de cinco años, que es en esos momentos la única heredera de la dinastía.

Las meninas
Diego de Velázquez
Óleo sobre lienzo
1656
Museo del Prado (Madrid, España)

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