El modernismo en la literatura

El modernismo es un término que surgió cargado de un carácter peyorativo. Se trataba de artistas que iban contra la corriente establecida. En lo que se refiere a la literatura, designa también una corriente cuyo comienzo está en Hispanoamérica y llega poco después a España. Tras la independencia de los países americanos, proceso que se produce entre 1810 y 1835, las antiguas colonias tienden a escindirse también en lo cultural de España y a fijarse en países como Francia y los valores de la Revolución Francesa y Estados Unidos. Es decir, se produce una independencia no sólo política, sino también literaria respecto a la metrópoli.
 

Rubén Darío (Foto: cervantes.es)

 
El influjo francés es clarísimo a través del simbolismo (que es el arte de sugerir y del que adopta la búsqueda de significados profundos que la realidad encierra tras su apariencia a través de un lenguaje rítmico) y el parnasianismo (del que toma el gusto por la perfección formal, los temas exóticos, la mitología o el gusto por lo sensorial). Es un escritor del parnasianismo Laconte de Lisle. Lo son del simbolismo Verlaine, Mallarme o Baudelaire. Ambos movimientos son elitistas, destinados a minorías. Otra influencia del modernismo viene de Estados Unidos con la figura de Walt Whitman a la cabeza, que influye incluso en la Generación del 27.

La temática modernista se concreta en dos direcciones: la exterioridad sensible y la intimidad del poeta. Los principales temas son la angustia romántica (que se concreta en un rechazo de lo vulgar, en una sensación de soledad y desarraigo, en una crisis espiritual que da más importancia a lo irracional, lo fantástico y lo onírico que a lo racional. Relacionado con esto, destacan los temas del otoño, la noche, el amor imposible o los sueños), el escapismo o evasión (que se concreta de dos maneras: evasión en el tiempo (Edad Media y Renacimiento) y evasión en el espacio (países orientales)), el cosmopolitismo (que aparece por el deseo que se siente de buscar lo aristocrático y en París encuentra el lugar ideal para desarrollarse), el amor en dos vertientes: el amor imposible y el amor carnal, y el indigenismo y lo americano. Se intenta una búsqueda de las raíces colectivas en los países que habían sido colonias españolas.
 
El don (Amado Nervo)
 
 Oh vida, ¿me reservas por ventura algún don?
(Atardece. En la torre suena ya la oración).
Oh vida, ¿me reservas por ventura algún don?

Plañe en las ramas secas el viento lastimero;
se desangra el crepúsculo en un vivo reguero;
oh vida, ¡dime cuál será ese don postrero!

¿Será un amor muy grande tu regalo mejor?
(¡Unos ojos azules, unos labios en flor!)
¡Oh qué dicha! ¡qué dicha si fuese un gran amor!

O será una gran paz: ¿esa que necesita
mi pobre alma, tras tanto peregrinar con cuita?
¡Sí, tal vez una paz… una paz infinita!

…¿O más bien el enigma del que camino en pos
se aclarará, encendiéndose como una estrella en los
hondos cielos, y entonces ¡por fin! ¿hallaré a Dios?

Oh vida, que devanas aún esta porción
de mis días obscuros, suena ya la oración;
cae la tarde… ¡Apresúrate a traerme tu don!

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