Un artista del hambre (Franz Kafka)

 

Las de las obras de Franz Kafka (1883-1924) no son lecturas cómodas, las cosas como son. Siempre nos enfrentan a los absurdos de la vida de una forma que, más que conmover, remueve, a lo que contribuye su estilo crudo y directo, sin alardes. 

Un artista del hambre es un cuento que nos presenta al mayor ayunador de la historia. En los mejores tiempos iba de ciudad en ciudad haciendo del ayuno un espectáculo ante la admiración y el asombro del abundante público, pero los gustos cambiaron y sus hazañas dejaron de interesar. Relegado entonces al último rincón de un circo, olvidado de todos y convertido más en estorbo que en otra cosa, él sigue ayunando pese a que a nadie le importe hasta que, en el último momento, hace una confesión que convierte lo épico en banalidad. 

Siguiendo la política cero spoilers marca de la casa, no voy a entrar en detalles sobre el final, pero sí diré que deja un regusto similar al de La metamorfosis, de esos que no nos dejan en muy buen lugar como especie. Son apenas quince páginas que se leen del tirón, así que te animo a ello. Además, puede ser una buena manera de introducirse en el universo del escritor checo.

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