En este relato breve la escritora estadounidense Carson McCullers (1917-1967) nos presenta a dos personajes totalmente opuestos: el señor Brooks, metódico y ordenado director del departamento de música del Ryder College, y a madame Zilensky , una prestigiosa a la par que extravagante profesora a la que ha conseguido contratar. Brooks pronto descubre que, pese a su gran talento musical, la Zilensky actúa de forma muy extraña, y todo explota cuando ella le cuenta que en una ocasión conoció al rey de Finlandia, cuando esta nación nunca ha sido una monarquía. Esa figura, la del rey de Finlandia, es summum de todas las fantasías que la mujer desarrolla para sobreponerse a su vida de soledad y trabajo. El director intenta sacarla de ese mundo de ensoñaciones, pero al punto comprende que eso sería como matarla, por lo que no le queda otra que entrar en el juego.
"Supongo que mi tema central es el de la soledad espiritual", dijo en cierta ocasión McCullers hablando de su literatura, y este es un claro ejemplo de a lo que se refería.
Este cuento está incluido en el libro La balada del café triste.

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