Vincent Van Gogh pintó Los comedores de patatas entre abril y mayo de 1885, cuando residía en la localidad neerlandesa de Nuenen, y después de hacer muchos estudios de esa familia de campesinos. La composición final, con sus cinco miembros alineados alrededor de una mesa es compleja y arriesgada. Quería demostrar que podía hacerlo, aunque no lo entendieran sus colegas. Sobre todo quería que el tono uniforme del cuadro fuese como el de la piel de una patata, con ese color de la tierra que los campesinos trabajaban con las mismas manos con las que luego comían el fruto de su esfuerzo. "Esta noche al llegar a la choza encontré a la gente disponiéndose a tomar un bocado a la claridad del ventanuco en lugar de estar sentados a la mesa debajo de la lámpara. Era asombrosamente bello. El color era también extraordinario", diría el artista en una de sus cartas a su hermano Theo, y añadiría: "Me he esforzado en dar la idea de que esas gentes que comen las patatas con las manos que meten en el plato son las mismas que han labrado la tierra, y que mi cuadro exalta el trabajo manual y el alimento que tan honradamente se han ganado".
Comentarios
Publicar un comentario