La mejor película de cada país del mundo

Hay que decirlo claro: la clasificación definitiva de las mejores películas NO EXISTE, y me reto al amanecer con cualquiera que opine lo contrario. Se pueden apelar a cuestiones técnicas, sí, pero en un campo, como el artístico, en el que la subjetividad juega un papel tan importante, creo que resulta imposible establecer un listado que conforme a todo el mundo, expertos incluidos.

Aún así, en este blog nos gustan mucho los rankings cinéfilos porque permiten refrescar en nuestra memoria grandes películas que teníamos olvidadas o descubrir otras que desconocíamos. Al hilo de esto, hoy traigo un vistoso trabajo que ha realizado Rave Views y que nos ofrece la mejor película de cada país del mundo en un mapa.

La metodología utilizada para su realización ha consistido, según informan en el reportaje, en  identificar el código de cada país en IMDB y seleccionar el título mejor calificado de las 50 películas calificadas por la mayor cantidad de usuarios. Solo se incluyeron largometrajes. Para los países donde no había títulos producidos en él se eligió una película ambientada en ese país. En caso de empate, se consideró ganadora a la que tuviera mayor número de calificaciones de usuarios. Para las películas producidas en varios países, su país de origen se determinó de acuerdo con las pautas de IMDB como el país cuyas productoras contribuyeron con la mayor cantidad de fondos en la producción. Los datos se recopilaron en enero de 2021.


El resultado es este: un megapóster con 227 cintas que, sin duda, deleitarán a cualquier cinéfilo de bien. No vamos a analizarlo al completo, pero sí que nos vamos a detener en Europa y América, uno por ser nuestro continente y otro por los lazos culturales que nos unen a él.

Europa


Para Rave Views la cinta de animación Klaus es la mejor película española. Dirigida en 2019 por Sergio Pablos, es un tierno cuento de Navidad que narra la amistad que surge entre un cartero y un anciano fabricante de juguetes y cómo ambos intentan llevar la alegría al pueblo. Con su puntuación de 8,2 queda, no obstante, lejos de la mejor valorada del continente, con un 9,2, que es la albanesa Njeriu me top (The Man Of The Cannon) (Viktor Gjika, 1977).

La potente industria francesa tiene a un digno representante en Intocable (Nakache, Toledano, 2012), mientras que Christopher Nolan se sitúa en lo más alto del Reino Unido con su El truco final (El prestigio) (2006) y en Alemania es La vida de los otros (2006) la elegida. Sin desmerecer a ninguna de ellas, se echa en falta mayor presencia de cine clásico, algo, por otro lado, habitual en este tipo de clasificaciones. Una de las pocas excepciones dentro de los grandes países europeos la pone Italia y su El bueno, el feo y el malo (Sergio Leone, 1966), todo un incunable del spaghetti western.

Norte y Centroamérica



Cadena perpetua (Frank Darabont, 1994) es la representante de Estados Unidos y la que obtiene, con un 9,3, la puntuación más alta. Pero, si hay que destacar a una, sin duda esta sería la mexicana Los Olvidados, una histórica trágica sobre la vida de unos niños en un barrio marginal de la capital mexicana. Relatada en toda su crudeza por Luis Buñuel, tiene el privilegio de haber sido nombrada Memorial del Mundo por la UNESCO. Mención especial también para la cubano-soviética Soy Cuba (Mijaíl Kalatózov, 1966), que narra cuatro historias sobre la miseria de la Cuba del régimen de Batista y la reacción del pueblo a la revolución de Fidel Castro. Tildada en su momento de panfleto propagandístico a mayor gloria del comunismo, treinta años después fue redescubierta y ensalzada por directores de la talla de Martin Scorsese y Francis Ford Coppola por su audacia técnica y calidad cinematográfica.

Sudamérica


La venezolana Lejos de Casa (Abner Ramírez, 2020), que personaliza en la figura de un joven que se ve forzado a emigrar a Chile el drama de tantos venezolanos que tuvieron que abandonar su país a causa de la situación política y económica, es la película sudamericana mejor valorada. Destacamos también la argentina El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009) y la brasileña Ciudad de Dios (Fernando Meirelles, 2002), dos notables y de sobra conocidas cintas que hablan muy bien del cine que se hace en sus respectivos países.

Os recomiendo que reviséis el reportaje completo (tenéis el enlace al principio de este post) para acceder a un muestrario del cine que se hace en otros continentes, quizá más alejado del circuito occidental pero que contiene joyas dignas de paladear.

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