El origen de la Vía Láctea (Tintoretto)

En 1576 muere Tiziano, el gran pintor veneciano que casi monopolizó la pintura mitológica y era el pintor más conocido de toda Europa. Al fallecer, todo el continente gira sus ojos hacia Venecia buscando al pintor que llenara el hueco que dejaba, y Tintoretto se postula para ese cargo junto con Veronés. Ninguno lograría el éxito de Tiziano, pero fue Veronés el que más se acercó pues, tanto formal como conceptualmente, su pintura era más semejante a la del finado, que era lo que el público deseaba. Consciente de ello, Tintoretto trató de adaptar su estilo a la manera de Tiziano. 

Una de las obras que realizó en esa época fue El origen de la Vía Láctea (o Júpiter presentado Hércules a Juno). Fue uno de los tres lienzos de tema mitológico que le encargó Rodolfo II, sobrino de Felipe II. Tintoretto nos ofrece en esta obra un tipo de pintura mucho más acabada que la que solía hacer para sus clientes venecianos, utilizando pigmentos de gran valor pensando en que tenía que ser apreciada en ambientes cortesanos. De hecho, el mismo tema plasmado tiene un componente cortesano. Representa el momento en que Zeus pone a Hércules a que le dé el pecho Juno. Ésta, cuando lo nota, intenta apartarlo, y las gotas de leche que salen de su pecho son las que dan origen a la Vía Láctea y, cuando caen al suelo, al nacimiento de una planta. 

El cuadro está cortado. Le falta toda la parte inferior, que conocemos gracias a copias de pintores antiguos. El tema es bastante sofisticado y, posiblemente, no se le ocurrió al pintor sino que vino impuesto por la Corte. Está basado en un texto bizantino del siglo XI que había sido traducido pocos años antes de que el artista veneciano realizara este lienzo.


El origen de la Vía Láctea
Tintoretto
1575-1580
Óleo sobre lienzo
149x168 cm.
National Gallery (Londres, UK)

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