El asunto que recrea Sandro Botticelli en este bello cuadro que realizó en 1484 proviene de la mitología, y la actitud de la diosa Venus está inspirada en la Venus de Médici , una escultura del periodo helenístico que ha llegado a nosotros gracias a una copia en mármol, realizada posiblemente en torno al siglo I a.C., de un original griego perdido realizado en bronce y que en la actualidad se conserva también de la Galería Uffizi. Y es que, la inspiración en lo clásico aparece siempre en el pintor florentino. La obra es un poema dedicado al cuerpo femenino. Botticelli prescinde aquí de la perspectiva. Utiliza a las figuras e incluso a la naturaleza como decoración buscando ante todo la belleza, y vuelve a hacer gala de su virtuosismo en el manejo línea. El dibujo de las siluetas de las figuras y los remolinos de las telas demuestran que el artista sabía tejer con la línea la trama de sus obras. El autor se inspira en escritos de Homero y Virgilio para narrar la llegada de la diosa...
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